Diciembre 2010

Expresión y apreciación musical


LOS BENEFICIOS DE LA MÚSICA EN LA EDUCACIÓN


La música está siendo introducida en la educación de los niños en edades preescolares debido a la importancia que representa en su desarrollo intelectual, auditivo, sensorial, del habla y motriz.
La música es un elemento fundamental en esta primera etapa del sistema educativo, ya que el niño empieza a expresarse de otra manera y es capaz de integrarse activamente en la sociedad, porque la música le ayuda a lograr autonomía en sus actividades habituales, asumir el cuidado de sí mismo y del entorno, y ampliar su mundo de relaciones.
La música tiene el don de acercar a las personas debido a que el niño aprende a convivir de mejor manera con otros niños, estableciendo una comunicación más armoniosa. A esta edad la música les encanta, les da seguridad emocional, confianza, porque se sienten comprendidos al compartir canciones, e inmersos en un clima de ayuda, colaboración y respeto mutuo.
Otro beneficio de la música en los niños es que durante la etapa de la alfabetización se ve mas estimulada con la música, esto a través de las canciones infantiles, en las que las sílabas son rimadas y repetitivas, y acompañadas de gestos que se hacen al cantar, el niño mejora su forma de hablar y de entender el significado de cada palabra.

La música también es beneficiosa para el niño cuanto al poder de concentración, además de mejorar su capacidad de aprendizaje en matemáticas. Además, facilita a los niños el aprendizaje de otros idiomas, potenciando su memoria.


Con la música, la expresión corporal se ve mas estimulada puesto que utilizan nuevos recursos al adaptar su movimiento corporal a los ritmos de diferentes obras, contribuyendo de esta forma a la potenciación del control rítmico de su cuerpo al mejorar su coordinación y combinar una serie de conductas.

Para encontrar información complementaria sobre los beneficios de la música y la danza a la educación de los niños se puede consultar la siguiente página.


La mayor parte de los niños comienza a cantar creando canciones espontáneas o repitiendo fragmentos de tonadas conocidas. Hacia los tres o cuatro años de edad las canciones espontáneas suelen reemplazarse con canciones tradicionales de su cultura. Los niños pueden captar si las frases son rápidas o lentas, si suben o bajan de tono, si incluyen pausas largas o cortas entre tonos.Aunque no consigan mantener exactamente una nota, pueden dominar el texto, los cambios de tono de la frase y el ritmo superficial de la canción; gustan, además, de utilizar instrumentos para acompañar su canto.


MÚSICA Y MOVIMIENTO
Como producto de la observación del niño, la educadora puede extraer conclusiones fundamentales: el ritmo preside la mayor parte de los juegos infantiles, sobre todo en la primera infancia. Desde allí se irradia en múltiples direcciones, impregnando las diversas facetas en que se manifiesta y expresa la vida del preescolar, es decir que, el ritmo es el elemento físico activo de la música, y esta más directamente unido al cuerpo humano que la melodía y que la armonía (Willems,1964).
Cuando se escucha música en la que predomina el elemento rítmico, entran en funcionamiento o en estado de agitación músculos de todo el cuerpo. La educación musical en el Jardín de Niños propone justamente encauzar y orientar estas tendencias activas interiorizándolas como pensamiento organizado a través de juegos de locomoción básicos (desplazamientos), de donde surgen innumerables posibilidades de movimientos y combinaciones más sencillas, como las siguientes:
  Invitar al niño a caminar libremente por todo el salón, utilizando música de ritmo marcado: polkas, marchas, sones…

·         Pintando huellas (apoyar planta del pie o mano).
·         Con una mano en la cabeza y la otra en la rodilla, cambiando y combinando las posiciones de las manos.
·         Doblando y desdoblando la rodilla.
·         En un sólo pie y en una cuadrupedia.
·         Pintando la música que escucha con alguna parte del cuerpo.
·         Haciendo caminos en varias direcciones; adelante, atrás, a un lado, al otro…
·         Siguiendo el contorno del salón.
·         Formando figuras: círculos, zig-zag, diagonales, curvas, etc.
·         Atrapando mariposas.
·         Con sigilo (misteriosamente).
·         Moviendo el cuerpo excepto un brazo, una pierna, etc.
·         En conjunto: binas, tríos, cuartetos, etc.
·         Graficando en el cuerpo las cualidades del sonido y la música; intensidad, altura, duración, velocidad.
·         Imitando animales y objetos.
·         Con diferentes estados de ánimo: alegría, tristeza, enojo, sueño, etc.
·         Por contrastes: flacos-gordos, grandes-pequeños, tiesos-flojos.
·         Con diferentes sensaciones: elasticidad, suavidad, fuerza, debilidad, pesadez, ligereza, etc.
Para estos desplazamientos también se puede utilizar algún instrumento de percusión, así como diversos materiales: pañuelos, aros, periódicos, sogas, etc., además de marcar ritmos específicos para caminar, marchar, correr, saltar, bailar, etc., y canciones y rimas que acompañen esas acciones.
De esta forma el niño puede vivenciar, reconocer e identificar el ritmo bajo distintos aspectos: lenguaje (palabras, ritmos, frases, adivinanzas, pregones, eco, habladas), música (dentro de un canto o bien en un trozo instrumental), movimiento (ritmo percutido y grafismo).
En la página http://youtube.com/watch?v=I2EMYYbXzUU compartimos contigo compañera educadora, un ejemplo de una clase de música, donde se puede visualizar una alternativa de aplicación de las sugerencias arriba mencionadas, sin embargo no olvides que tu propia creatividad es la base para hacer un sin número de posibilidades de utilizar con tus alumnos la música como herramienta de expresión artística.
Referencia:
Willems, E. (1964). El ritmo musical. Buenos Aires: EUDEBA.


EL ACERVO LITERARIO MUSICAL
El Acervo literario y musical mexicano es rico en cantos, coplas, versos y juegos, con mensajes ecológicos de armonía y convencía entre personas, animales, vegetales, elementos naturales y actividades de vida sana en general.
Enseguida encontrarás algunos ejemplos a los cuales les puede poner alguna tonada conocida o inventada por ti o por tus alumnos y con ella contarlos y jugarlos. También podrás acompañarlos con algunos instrumentos musicales convencionales o hechos con desperdicios naturales o industriales; por ejemplo: cáscaras secas de naranja, limón o toronja; vainas de tabachín cerradas o abiertas; sonajas de envases plásticos vacíos con semillas o piedrecitas dentro, etc. Algunas letras son:
El grillito saltarín
Hay un grillito, que canta y salta, que canta y salta, con buena voz… Cómo salta, cómo canta debajo de mi balcón.
Hay un grillito, que anda y come, que come y anda con su violín… Cómo anda, cómo come, la yerbita del jardín.
La naranja
¡Que casita tan bonita, donde con comodidad, duermen muchas semillitas, cada cuál en su lugar!
Cada cuál en su cuarto, limpio y lleno de frescor, cada cual esta soñando, con la lluvia y con el sol.
¡Qué bonita es mi naranja, redondita como el sol!, Yo la pelo con cuidado, y me encanta su sabor.
Copla
De rama en rama, y de flor en flor, canta un pajarillo, rendido de amor.
La manzana
Manzana, quién te comiera, acabada de cortar, con tus colores por fuera y tu aroma sin igual.
Dámela a probar siquiera, no se me vaya a antojar, y del antojo me muera, en medio del manzanar.
Estas son solamente unas ideas de cómo puedes experimentar diversas formas de utilizar la música como una herramienta para favorecer las competencias, sin embargo en la página de http://www.elhuevodechocolate.com/cancion1.htm  encontrarás una amplia variedad de alternativas en cuanto a letras y pistas musicales que sin duda serán un gran apoyo para favorecer el proceso enseñanza aprendizaje mediante la expresión artística de la música.
Sin embargo, otra importante alternativa musical como herramienta tanto del desarrollo como del aprendizaje es la música de Mozart, ya que algunas investigaciones demuestran que la música de este autor, relaja y estimula a los niños, desde la más temprana edad, más que cualquier otra canción.
El autor Cambell del libro El efecto de Mozart para Niños, explica que la música de Mozart es pura, simple y a su vez, misteriosa y accesible, y que esos ingredientes estimulan las neuronas de crecimiento de los niños. Ya que estimula las conexiones neuronales en el cerebro, mejorando de esta manera su  fisiología, su inteligencia y su comportamiento.
El autor no ahorra palabras para explicar los grandes beneficios de la música para los niños, puesto que de acuerdo a sus observaciones, los estudiantes que escuchan diez minutos de la Sonata para dos pianos en “re mayor” de Mozart, inmediatamente antes de hacer los exámenes de cociente de inteligencia, tienden a obtener mejores puntajes en la parte espacial-temporal de las pruebas, ya que esta música relaja y mantiene atentos a los alumnos ya que las frecuencias de los patrones en las composiciones estimulan las regiones creativas y motivadoras del cerebro.